Diavolo Nuovo-cap 33-Hermano del Alma

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Pd
Si alguien hace un Rol de esto que me avisen para entrar XD.


Capitulo 33

Hermano del Alma

Serie: Diavolo Nuovo.
Género: Sátira religiosa.
Fecha de inicio: 22/01/2012, 4:03 pm.
Fecha de término: 22/01/2012, 9:11 pm.
Autora: Silvia Vega Gutiérrez, directora jefe de Producciones Gran Torre.

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-…no…noo…mammon…ah…emanuel…no te lo…no… ¡NO! ¿¡OO!?

Demian despertó sobresaltado y casi al momento cayó de nuevo en la cama con un quejido de dolor, miro a su alrededor desorientado, preguntándose porque le dolía cada fibra del cuerpo y porque se sentía extraña en su propio cuerpo… ¿extraña?, trato de incorporarse de nuevo pero como tenía un brazo en cabestrillo solo lo logro a medias, ahora sabia donde estaba, en su alcoba de la Mansión del Dolor, el espejo frente a su cama le devolvió la imagen de un rostro que no había visto en milenios, su verdadero rostro.

-¡Amo!-Belcebú acababa de entrar con un caldero de estofado cuando la vio despierta, dejo la olla sobre una mesa y fue presuroso a su lado- no debe levantarse- le hizo acostarse nuevamente- ¿se siente bien?
-¿Cuánto tiempo…he estado así?- aun trataba de mirarse al espejo, aparte del brazo tenía la mitad del rostro vendado y buena parte del cuerpo.
-Tres semanas, Amo, apareció aquí cuando…
-Tres semanas…-le interrumpió- ¡Tres semanas!, no puedo creerlo, tres semanas…
-Amo…
-Se llevo a mi hijo…se llevo a mi hermano…me quito a mi familia… ¡Ese bastardo!- trato de levantarse de nuevo pero esta vez Belcebú le atrapo- ¡Suéltame!
-¿Para qué?, ¿quiere ir por ellos?, está malherido, necesita…
-¡No me digas que debo hacer!
-Escucha a tu guardián, Lilith- dijo una voz profunda- no ha hecho otra cosa que protegerte.
-¿Azrael?-El ángel estaba cerca del caldero, tomo un tazón y sirvió una generosa cantidad.
-Mmm, nada calienta el espirito como los guisos del infierno, le hace bien a mis pobres huesos.
-¡Oye!, eso es para el Amo.
-Déjanos solos, Belcebú- ordeno Demian.

El demonio le miro preocupado, hizo una reverencia y salió, mientras tanto Azrael daba buena cuenta del guisado, solía aparecerse por el Infierno uno o dos veces al año y siempre se quedaba sin invitación, Demian lo aceptaba porque le tenía aprecio, hasta la aparición de Emanuel era quizás el único ángel con quien se llevaba bien y todo porque también había abandonado brutalmente la gracia divina a cambio de una posición incierta, de niños era su hermano más cercano, su mejor amigo, aun más que Miguel, y cuando le expulsaron tomo el mando de los inusitados ángeles negros, sin embargo no tenia bando, era el Ángel de la Muerte y se movía con neutralidad entre todos los mundo.

-Azrael…sabes que me encanta que me visites…-ya se estaba sirviendo un segundo tazón- pero… ¿aparte de comer gratis a que viniste?
-Sentí que morías…
-Fue una falsa alarma, ya ves.
-Que bueno- no sonrió, no solía sonreír- hubiera sido deprimente que terminaras como otra alma en las paredes de tu castillo, Belcebú estuvo escudándote durante días, estaba dispuesto a pelear conmigo por salvarte…
-…No se dé que le sirvió…- una lagrima corrió por su ojo- Azrael…
-Lo sé, hermana, siento tu perdida…
-Deje que se los llevaran.
-No podías hacer nada al respecto, te enfrentabas a una fuerza inmutable...
-No es escusa…olvídalo, no tendré una discusión racional contigo- se levanto a duras penas y se dirigió cojeando al biombo- lárgate, voy a cambiarme.
-Supongo que no tengo más que decir- bebió el resto del tazón y lo coloco en la mesa para salir- ¿te importa si me quedo una temporada?, he trabajado demasiado estos meses, con eso del H1N1 no hay descanso.
-Quédate lo que quieras…tenemos un Golem nuevo, Peste, por favor ALEJATE DE ÉL…no quiero otro desastre como el de la Gripe Española.
-Jejeje, Me alegra que estés bien, hermana, en serio…eres la única persona que me hace reír…
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San Pedro vigilaba la puerta como siempre cuando vio llegar a Demian, todos decían que estaba agonizando y con los días había perdido la esperanza de que apareciera pero allí venia, con pinta de no poder con su alma pero al menos lucia entero, tristemente él tenía órdenes que cumplir.

-Cielos…no puedo creer que tenga…teléfono…y no una maldita rampa…aunque sea…
-¿Se le ofrece algo?
-Abre la puerta, tengo prisa.
-Contraseña.
-0o? ¿Cómo dices?
-Contraseña, o no abro.
-¿Es un chiste?, ¡Mira tú…!, …muy bien…voy a calmarme…-respiro profundo- ¡Soy el Señor de los Avernos y te ordeno que abras o sentirás mi ira!
-Sin contraseña no se pasa y con esa actitud menos.

Demian entonces arrojo una bola de fuego contra el portón, por pura frustración, no se acordaba de que la puerta del cielo repelía a los atacantes asique cuando su ataque se le devolvió le hizo caer varios metros por la escalera, diez minutos después…

-¡Eso, Demian…bravo…!- subió dando traspiés- estas hecho trizas y todavía haciéndote el estúpido, Auch >_<
-Contraseña- repitió San Pedro haciendo esfuerzos para no reírse.
-Estuve inconsciente tres semanas, ¿Cómo esperas que la sepa?
-Ese no es mi problema, la cosa es que sin contraseña o sin alguien de alto rango que de permiso yo no abro esta puerta.
-¿Y no será que estas desahogándote conmigo?, pasar de pescador de hombres a portero no es precisamente un ascenso.
-Piense lo que quiera, yo solo sigo ordenes.
-Debería…No, no, esta vez no- dio una vuelta inquieto, tratando de aclararse las ideas-a ver, Demian, piensa, no eres el primero que trata de colarse al Cielo…-chasco los dedos, ya lo tenía, Pedro le miro con interés- ¡Ave María Purísima!
-D: ¿Qué haces?
-¡Ave María Purísima!, ¡Ave María Purísima!
-¡Cállate, no la invoques!, ¡Harás que me despidan!

No le hizo el menor caso y siguió llamando hasta que una mujer de cabello oscuro envuelta en velos fue atraída por el clamor, María, la madre de Emanuel, vivía en el Cielo por derecho propio pero congeniaba en el ambiente menos de lo esperado, no había que olvidar que era una mujer humana, con los pies en la tierra, humilde y trabajadora, que amaba a su hijo más que a nada en el mundo pero contradictoriamente era sabido por todos que llevaba una relación amistosa con el Diablo, la cara se le ilumino al ver a Demian afuera.

-¡Demian, cariño!, ¿Qué haces allí?
-Hola María- sonrió con inocencia- ¿Emanuel puede salir a jugar?
-No, no, no, tu entra, afuera hace frio… ¡Pero Pedro, por Dios!, ábrele, no te quedes allí.
-¡Al fin!- exclamo San Pedro para la sorpresa de ambos y fue a abrir el portón.
-Creí que me iba a quedar aquí todo el día-dijo Demian entrando, María le tomo del brazo y avanzaron al interior- eres mi salvadora.
-No fue nada, ¿Cómo te sientes?, cuando supe que había mandado a esa horrible cosa tras ustedes temí lo peor, Dios está más terrible que nunca.
-María, mi hijo, ¿Dónde está Mammon?
-Está bien, en serio, se molesto mucho cuando despertó aquí y hay que ver como se puso pero no perdió la fe, sabía que volverías por él pero querido, me dijeron que estabas malherido.
-Como un Cristo pero me aguanto, por cierto, ¿Cómo esta Emanuel?, necesito verlo.
-Inconsolable desde que volvió, tomo un poco de madera y se puso disque a tallar, ya lleva seis heridos.
-¿Cómo es eso?
-Pues que cada vez que alguien se acerca le avienta un trozo de leño.
-XD ¡Aauch >.<!- se detuvo- ni reírme puedo, que horror…no me puedo presentar así, ¿Rafael esta en el sanatorio?
-Siempre, ¿crees que te ayude?
-Sé cómo convencerlo.
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-Voy a necesitar ver el daño-dijo Rafael mientras cerraba las cortinas- fuera mascaras, Lucifer.
-Qué bueno que eres gay o me preocuparía XD ¡Ay mi…karma!
-Acuéstate, te quitare los vendajes- palpo las heridas con precaución- tienes unas fracturas, deben ser de la caída, empezare con eso…tenemos un acuerdo, ¿verdad?
-Firmado y sellado, debes ser la primera persona que ve mi nombre en el papel, sáname y me asegurare personalmente de que Evel no asista al apocalipsis, el demonio que amas estará a salvo.

Rafael asintió y procedió a curarlo, lo cierto es que le estaba esperando, si Lucifer con su típica impaciencia volvía por Emanuel en malas condiciones probablemente le buscaría, estaba dispuesto a negarse cuando le ofreció el trato, pensar en Evel en medio de la guerra que se avecinaba le había estado atormentando por años, ahora podía respirar tranquilo, solo tenía que curarlo.

-Miguel me matara cuando se entere-comento sin desatender la labor.
-Que no lo haga…
-Siempre lo hace… ¿te llevaras a Emanuel o a Mammon?
-Me los llevare a ambos, Padre no tenía derecho a llevárselos >_<… ¿y porque soy el único que no sabía de esa cosa que nos ataco?
-Tientas tu suerte, Lucifer, con la pizca de piedad que Padre pueda tener hacia ti solo te dejara llevar a uno, considera las probabilidades, no pienses en a quien amas más, piensa en lo que sería mejor para ellos.
-¿Y si yo te pusiera a elegir entre Miguel y Evel?, mato al que dejes, ¿Qué harías?
-Elegiría a Evel- Demian le miro atónito- se que jamás matarías a Miguel.
-…Acaba de una buena vez…
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Emanuel estaba en una banquita solitaria, tallando con cierta impaciencia un trozo de madera, a su derecha había algunos trozos nuevos, a su izquierda una pila de tallas fallidas, ya nadie se acercaba donde se escuchaba el ruido de su cincel asique le extraño un poco escuchar pasos, se preparaba para lanzarle la talla al intruso cuando lo reconoció, no podía creerlo.

-¡Demian!-exclamo levantándose de un salto.
-Emanuel…X)…XD… Dios, que viejo estas XD
-Así…así es como me veo…realmente- no usaba su disfraz en el cielo- ¿estás bien?
-Ahora sí, recoge tus cosas y vamos por Mammon, nos vamos de aquí.
-Demian…no puedo irme.
-Claro que puedes, ya estoy recuperado y si alguien se interpone-golpeo el puño contra la palma- además, tenemos un acuerdo, aun no decidimos un ganador.
-Oh cielos- volvió a sentarse- escucha…tenemos que hablar…hay algo que tengo que decirte…
-0.0…Asique… ¿vas a hacerlo ahora?, contarme tu secreto, ¿justo ahora?
-Es tan buen momento como cualquiera.
-Nunca es un buen momento para dar malas noticias- se sentó a su lado- pero está bien, te escucho.
-…Nuestro acuerdo es una farsa…-Demian apretó las manos pero no dijo nada-es lo que todos han intentado decirte…Kirschenwasser, Metatrón…cuando peleamos en el coliseo…fingí mi derrota…porque quería que me propusieras ese pacto…
-Si vas a contar una historia hazlo desde el principio- dijo el demonio con un susurro contenido- nos encontramos en Jerusalén…voy allí a veces porque me he sentido mal conmigo mismo desde el día en que te vi morir.
-O.O
-Por eso voy a veces, solo por eso… ¿tú que hacías allí?
-…Preparaba una trampa…me fui del Cielo como un fugitivo, tome dos milagros de la bóveda, el primero lo use para saber el futuro pero solo pude ver hasta saber donde estarías y que me proponías el pacto, así supe exactamente qué hacer para empezar…creí que funcionaria…-Demian se levanto y se alejo algunos pasos- lo siento, no quería…
-Sigues omitiendo lo más importante- parecía no poder verlo a la cara- ¿Por qué?, ¿Por qué me engañaste?, ¿Por qué me hiciste perder el tiempo pensando que quizás había alguien más allí que me quería como era?... ¿Por qué me utilizaste?

Silencio, Demian estaba a punto de voltear para darle un puñetazo en la cara cuando…

-No sabía que iba a morir…
-¿Qué?
-No…no sabía que iba a morir…sabía que era diferente, desde que tengo uso de razón entendí que tenía una misión y cumplí sin rechistar, soporte los ataques, la tortura, deje…-se miro las manos- deje que me clavaran a esa cruz y pedí el perdón para ellos porque…porque todo era una broma, ¿sabes?, era una farsa, yo iba a estar bien…Padre…Padre me salvaría…el cielo se abriría y sacaría su mano para salvarme y todo el mundo lo vería y dirían… "Dios existe, seamos buenos"…pero el tiempo paso…el dolor era demasiado…luego un soldado enterró una lanza en mi cuerpo...y entonces lo entendí…Padre no iba a salvarme…
-Emanuel…-recordaba el episodio, había estado presente ese día.
-Grite a los cielos… "Padre… ¿Por qué me has abandonado?"…y es lo último que recuerdo…estuve muerto tres días, muerto… ¿sabes qué es eso?, yo no me lo explico, me sentía totalmente solo en un espacio muy pequeño…luego Rafael apareció y me saco de allí, tenía que irme de inmediato pero me dio tiempo de despedirme- se enjuago una lagrima-esto no era lo que quería…creí que sobreviviría y que luego podía tener una vida normal…yo lo único que deseaba era ser carpintero como mi padre y hacer una casa toda de madera- se rio-quería casarme, tener una familia…pero nada de eso paso…porque tenía que morir…y Él no me lo dijo…

Demian lo sintió, el dolor que le embargaba, se aproximo y puso una mano sobre su hombro porque no se le ocurría nada más, entonces Emanuel se quebró y rompió a llorar derramando todas las lagrimas que había estado conteniendo desde que le arrancaran su vida y lo sentaran a la derecha de Dios, Demian lo abrazo dejando que se desahogara.

-¡Todo lo que quería era una vida!...y ahora tengo que dirigir una guerra…y llevar a cientos a su muerte…ya no podía quedarme quieto viendo como la cuerda se ajustaba mi cuello, tenía que hacer algo…pero de nada sirvió…
-¿Has oído sobre alguien…llamada Lilith?
-¿Lilith?- se seco el rostro con la mano y trato de mirarle- solo se la oí nombrar a Miguel.
-Lilith era un ángel, vivía aquí mucho antes de que nacieras, era una chica inquieta…le gustaba meterse en problemas pero en el fondo era buena y todo lo que quería era ser ella misma, disfrutar de su vida y que la amaran por cómo era…eso no paso, Padre tenía una misión para ella, la obligo a ser algo que no quería.
-¿Y qué le paso?
-Murió de odio, se consumió con una vela…y entonces me di cuenta de que el bien y el mal son percepciones ridículas, que cada persona es un mundo y que para sobrevivir a Dios no tienes que ser bueno, solo ser tu mismo y no arrepentirte, hacer lo correcto.
-¿Pero como sabes que es lo correcto?
-Lo sabes- aferro su rostro- yo iba a partirte la cara pero creo que lo correcto…es perdonarte- le dio un beso en la frente- aun eres mi hermano
-…Gracias…
-¡Pruu !

María había ido en busca de Mammon, lo habían tenido encerrado en una burbuja varios días hasta que se le bajo la furia y empezó a esperar a su madre con lealtad envidiable, entonces le pusieron un atuendo de comunión y lo metieron con los querubines, por primera vez Mammon no intento lastimarlos, en parte por una renovada admiración a su tío Gabriel, en parte porque su tío Miguel había aflojado considerablemente la cuerda de la disciplina sin que se supiera porque y en parte porque no se cansaba de decir que era temporal, allí estaba ella, sabía que volvería.

-¡Mi vida, mírate nada más!- lo abrazo fuerte y lo contemplo largo rato- pareces muñequito de pastel, ¿así te visten siempre?
-Purr…
-Con razón odias este lugar, gracias María.
-¿Esta todo en orden, ya?
-Eso creo- musito Jesús, aun tenía los ojos aguados y les miraba con curiosidad.
-No, aun falta algo- se levanto- esperen aquí, iré a hablar con Padre.
-¿Qué?, ¡Espera!- todos le siguieron- ¿estás loco?, casi te mata, si lo molestas te hará cenizas, ¿para qué quieres hablarle?
-Para que nos vayamos, aun tenemos una apuesta que acabar.
-Pero te acabo de decir que...
-¡Sabia que era una farsa!, bueno, lo suponía, asique vine aquí e hice que sellara el contrato, es legal a su punto de vista asique puedo usarlo como argumento.
-SI eso fuera cierto yo habría perdido antes de firmar, te estaba timando, ¿recuerdas?
-Yo no te empuje a eso, tienes duda razonable.
-Esto es mala idea, es muy mala idea.
-Solo si no la llevo hasta el final- llegaron al salón, subieron la escalera y Demian empujo las grandes puertas lo suficiente para entrar, entonces los miro- si no vuelvo en una hora…
-No bromees.
-Quería saber que dirías, estaré bien n_n

Cerró la puerta tras de sí dejando a los tres solos en la escalera, Emanuel empezó a pasearse nerviosamente, ya había hecho pasar a Demian por mucho y que ahora se arriesgara de nuevo por él, por él que solo le había engañado y usado de forma egoísta, no podía dejarlo así, tenía que hacer algo, esta vez tenía que hacer lo correcto.

-Estos no está bien, tengo que hacer algo… ¿Qué hago, que hago?, ¿Qué es lo correcto?, Mammon-el chico se acerco, Emanuel se arrodillo para susurrarle algo al oído- tengo una idea, es una locura pero podría funcionar.
-Hijo- María le dio un golpecito en el hombro- si vas a hacer otra travesura trata de invitarme.
-¿Mamá?
-Ya me canse de verte sufrir sin hacer nada, déjame ayudar.
-…Muy bien- se juntaron- esto haremos.
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Raguel y Remiel estaban custodiando una puerta, tan importante era el contenido detrás de ella que habían puesto a dos poderosos arcángeles en lugar de la guardia tradicional, el tiempo apremiaba y pronto los objetos allí guardados serian usados.

-¡Raguel, Remiel!, chicos, gracias a Dios- María llego presurosa-tienen que ayudarme, una cosa, un animal que no había visto, se escapo del jardín seguro, esta por allá… ¡vengan!

Los arcángeles se miraron y ante su exigencia la siguieron, dos segundos después Mammon se coló a la sala con un lienzo, dos minutos más tarde salía con el mismo lienzo algo abultado y otros dos minutos luego María regresaba con los arcángeles dando una atropellada disculpa, el animal desconocido debía de a ver vuelto por su cuenta al jardín.
Se despidió y encontró a Mammon en una esquina aferrando el lienzo, para mayor seguridad le pidió dárselo para esconderlo en los pliegues de sus ropas.
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Emanuel siguió dando vueltas cosa de diez minutos, lo único provechoso que se le ocurrió hacer fue volver a ponerse su disfraz, cuando las puertas se abrieron y Demian cayó desplomado sobre él no parecía herido, solo algo mareado, y rio de su gesto preocupado.

-¡Qué bien!, iba a pedirte que te fueras a afeitar, no te iba a dejar salir con esa facha.
-¿Nos dejo ir?
-¿Te lo tengo que deletrear?, eso sí…tengo terminantemente prohibido volver a pisar el Cielo, dijo que iba a convertirme en una barra de jabón XD ¿te figuras?, ¿Dónde está Mammon?, ¿y mi comadre María?
-Nos esperan afuera- le ayudo a levantarse- ¿Por qué tu y mi mama se llevan también?
-¿Quién crees que la consoló cuando moriste?, las dos veces, es una historia larga.

Cuando llegaron a las puertas, Demian dejo de sonreír, levanto a Mammon en brazos, tenía que decirle algo y no le salían las palabras pero el niño lo adivino, le abrazo resignado.

-Lo siento mi amor, es lo mejor para todos…aquí estarás a salvo.
-pru…
-Todo va a estar bien, te amo- lo dejo en el suelo y le dio un último beso de despedida- se un angelito por mí.
-Pur pru…
-Mamá, ¿Lo tienes?
-Aquí esta- María le paso el lienzo.
-¿Qué es eso?
-Demian, antes que nada…creo que esto es lo correcto, esto es para ti- le entrego el lienzo con aire confidencial.
-¿Qué es?- lo descubrió un poco, adentro había tres trompetas doradas- D: OMG!? ¡Emanuel!
-¡Oigan!- Miguel apareció a la distancia con Raguel y Remiel- ¡Vuelvan aquí!
-¡Hora de irse!- María les persigno a toda prisa- ¡Que Dios no los alcance!
-Aquí vamos de nuevo –dijo Emanuel, tomo la mano de su hermano y salieron volando hacia la puerta.
-¡¿Qué estás haciendo?!- exclamo Demian.
-¡Ciérrala Pedro!

Más rápido que nunca, San Pedro le cerró la puerta en las narices a Miguel, el arcángel reclamo algo a lo que el santo respondió con un sonante "Contraseña", Demian soltó una carcajada y se siguió riendo mientras él y su hermano descendían la escalera de vuelta a la Tierra.
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