OK Dinastia Uni-Cap 05-Equilibrio del Poder

O/K-Dinastía Uni es una serie original de Producciones Gran Torre, este Film es una producción diagonal de la serie en cuestión, se prohíbe su reproducción o uso por terceros salvo para material de Fan Fics, Fan Arts y Juegos de Rol.

Pd
Si alguien hace un Rol de esto que me avisen para entrar XD.

Capitulo 05
Equilibrio del Poder

Serieguchi/Koguchi.
Género: Magia.
Fecha de inicio: 31/10/2013, 10:29 am.
Fecha de término: 01/11/2013, 5:36 pm.
Autora: Silvia Vega Gutiérrez, directora jefe de Producciones Gran Torre.

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Tadashi caminaba por los pasillos siguiendo una luz, era apenas más grande que una luciérnaga y tenía un fulgor azul, no recordaba porque la seguía pero intuía su importancia le vio entrar en una habitación, dentro había una cuna rodeada de decenas de aquellas luces, un espectáculo mágico, se inclino sobre ella para ver a su hijo y solo encontró una cobija ensangrentada.
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Despertó sobresaltado y tuvo que controlar su respiración para no despertar a Hikari, su hijo Hakai, de cinco años ya, dormía plácidamente entre sus brazos, lucia igual a un ser humano gracias a un hechizo de su abuela Shizen, ambos habían decidido que le sería mejor así, cuando fuera adulto él decidiría si seguir de esa manera o vivir como un Uni, la respuesta Tadashi ya la conocía.

Se levanto y salió a caminar, el aire nocturno le despejaría, era el octavo sueño en cinco años que se podía relacionar a su segundo hijo y las señales siempre eran las mismas: Magia, un bebe que no estaba, sangre o una sombra enmascarada, peligro y amenaza en conclusión, llego a la vera del bosque cuando algo se movió.

-¿Quién está ahí?-un zorro salto de la espesura-Ah, Adroz, ¿Qué te trae por acá?
-Estaba cenando con Sheng-al transformarse noto que estaba algo colorado-y se nos hizo tarde, ¿Qué hay de ti?
-No puedo dormir.
-El viejo dragón te sirgue molestando, ¿Qué hay esta vez?

Adroz era el único con quien podría hablar de tales temas, aunque su hábito de burlarse de todo hacía imposible tomárselo en serio, de verdad agradecía su amistad, así como la amistad de la refinada Lady Sheng, todo el mundo decía que aquellos dos aprovechaban el periodo de paz para empezar una relación, su aspecto achispado le indico que algo de verdad en aquellos rumores tenía que a ver.

-Mira, si tu hijo está en peligro yo se que lo protegerás, por ese lado no hay problemas.
-Pero hay problemas en algún lado.
-Uno en particular y es que antes de preocuparte por el futuro de ese niño deberías asegurarte de que existiera.
-Oye…
-¿Me equivoco o no has tenido intimidad con tu mujer desde que Hakai nació?
-¡Oye, eso…!-bajo la cabeza-eso no es culpa mía…

Era vergonzoso pero Adroz decía la verdad, Hikari y él no habían pasado una sola noche solos desde hacía cinco años, Hakai era extremadamente apegado a su madre y no les dejaba.

Claro que no poder dormir sin su mamá era el menor de sus problemas, después de esperarlo dos años finalmente dio muestras de su fuerza, desbaratando su cuna solo para salir a jugar, desde ese momento se tuvo que vigilarlo, alejarlo de los artículos quebradizos y de otros niños de su edad, afortunadamente era un niño bueno, en brazos de su madre no había criatura más delicada, con el tiempo llego a demostrar que era capaz de regularse con la gente, con los animales, incluso era cuidadoso con las plantas, pero hasta ahí llegaba, si le ponías en las manos un objeto no tardaba en destrozarle, en parte por eso Hikari se acostumbro a llevarlo a todos lados, lo que no hizo más que reforzar su dependencia con ella, ciertamente las cosas tenían que cambiar.

-Bueno, simplemente hablare con Hikari, Hakai ya está muy grande para seguir durmiendo con nosotros.
-Te enfocas en el menor de dos problemas, hermano, ¿Qué me dices de su poder?, esa es la razón para no dejarle solo.
-¿Qué quieres que haga al respecto?
-Bueno, nosotros los Yoko tenemos esta filosofía: Nada como el trabajo duro para bajarle el lomo a las bestias-se rio ante su expresión-mándalo a la granja, que se gane el pan.
-¿Estas chiflado?, es casi un bebe.
-Con la fuerza de cien hombres, necesitas dirigir esa fuerza y cuanto antes mejor.
-No sé, dudo que Hikari esté de acuerdo con esa idea.
-Abre los ojos, Tadashi, están malcriando a ese niño, uno de ustedes debe hacer algo para cambiar la situación y no esperes que sea ella-daba gracia verlo tan severo-eso los Kitsume lo sabemos, los hombres educan a los niños y las mujeres a las niñas.
-Para los Kitsume quizás pero los humanos hacen de la crianza un trabajo de dos.
-Claro, y tú eres todo un humano, ¿no?-se estiro bostezando-me voy a acostar, llámame cuando organices tus prioridades.

Se quedo allí otra hora hasta que el frio de la madrugada le empujo de vuelta a su habitación y pudo conciliar un sueño sin visiones hasta la mañana, a la noche siguiente tuvo una especie de idea, espero a que se durmieran, tomo a Hakai, lo deposito en su propio cuarto y trato de dejarlo allí, no se había alejado dos pasos cuando…

-¡Mami!-el pequeño despertó asustado-¡Mamá!
-¿Hakai?-Hikari apareció como atraída por magia-hazte a un lado, mi bebe.
-Mamá.
-Aquí estoy, ya, ya-miro al padre contrariado-¿Qué pasa contigo, eh?
-Nada, solo… ¿No te parece que es hora de que duerma en su propio cuarto?
-Tú te vas a quedar en este cuarto, deberías consultarme este tipo de cosas.

No fue broma, salió pisando fuerte y le cerró la puerta por lo que le toco dormir allí, Adroz se hubiera muerto de risa al verlo metido en aquella camita, completamente rebajado por su mujer.


Espero algunos días a que se calmaran las aguas y probo un nuevo plan, les llevo de paseo por las plantaciones, desde el carruaje podían ver sembradíos llenos de verdes tallos de arroz, se detuvieron donde se estaba preparando un campo nuevo, un par de trabajadores escavaba canales para el agua.

-Eso parece divertido, vamos a mirar más de cerca.
-¿Qué tiene de divertido un campo de arroz?-no le contestaron-Tadashi, espérame.

Padre e hijo ya estaban al borde de lo que sería el nuevo arrozal, Tadashi pidió prestado un arado de mano y se lo mostro a Hakai, como el niño era curioso no tardo en atrapar toda su atención.

-Lo tomas de aquí-sus pequeñas manitas no alcanzaban del todo la herramienta asique la tomo de abajo-y lo empujas procurando mantener una línea recta, ¿Qué tal si lo intentas?
-No lo quiero romper.
-No lo harás si tienes cuidado, no te aferres a la herramienta, empújala despacio.
-¿Mamá?-le miro buscando su aprobación.
-Está bien, cariño, tú puedes.

Sonrió e hizo el intento, apenas tuvo que empujar para que el arado avanzara tirando tierra a ambos lados, a paso de trote se lo llevo al otro extremo del campo, lo detuvo y miro, su era se inclinaba un tanto a la derecha.

-¡Me fallo!-exclamo acongojado.
-¡Esta bien, solo fue tu primer intento!
-¿Lo hago de nuevo, papá?
-¡Claro!, ¡Cuantas veces quieras!

Antes de que le dijera que esperara a que le movieran el arado, él solito lo levanto sobre su cabeza y lo puso donde debía estar la era siguiente.

-¿Qué tal eso?-le dijo a Hikari-parece estarlo disfrutando.
-Tadashi, lo estás haciendo de nuevo.
-¿Haciendo que cosa?
-Actuar a mis espaldas, no me gusta y menos cuando de nuestro hijo se trata.
-No hago nada malo, Hakai necesita algo en que poder usar su fuerza, mientras antes empiece antes aprenderá a controlarla-ella no estaba de acuerdo- admitámoslo, lo hemos mimado mucho, en especial tu.
-¿Yo?
-No lo niegues, Hikari, tiene que empezar a crecer.
-Por favor-dijo llena de rabia-dime que esto no tiene que ver con tu estúpido dragón.
-Pues si, en parte-empezaba a molestarle que no tomara sus creencias en serio-se supone que tendremos dos hijos y eso no va a pasar con Hakai en nuestra cama.
-Tú sí que eres un caso-le espeto-me reiría si no estuviera tan enfadada, ¿quieres arreglar esto?, bien, pero yo estaba a punto de hacerlo.
-¿Tu?-no pudo ocultar una nota de escepticismo en su voz-¿En serio?
-En dos momentos, pero si el señor se siente tan grande… ¡Hakai, vámonos!-automáticamente el niño dejo el arado y corrió a sus brazos-nos vemos en casa, Tadashi.
-… ¡Bien, vete!, ¡Soy el Padre, puedo resolverlo!

Se sintió raro el resto del día, ya que nunca habían discutido de ese modo, casi quiso correr a disculparse con ella pero Adroz le pesco a tiempo y le disuadió.

-¿Sabes cómo quedarías si le vas a pedir perdón a tu mujer?
-¿Cómo?
-¡Como una gallina!, ignoro que marque la hombría en tu especie pero dala por perdida si le das la razón a ella ahora.
-Es que no soporto que este molesta contigo.
-¿Y te gusta que se burle de ti?, porque eso es lo que hace, te quita tus derechos de padre.
-¿Te parece?
-Podría jurarlo, asique mantén la cabeza en alto y no renuncies, demuéstrale quien tiene la razón.

Se le ocurrió entonces que quizás Adroz no fuera el más indicado para darle consejos, cierto que le subía el ánimo pero la verdad, ¿Qué podría saber un Yoko sobre crianza de niños mitad humanos?, fue entonces a pedirle consejos a Shizen y para su sorpresa resulto ser de la misma opinión.

-Normalmente no estaría de acuerdo pero es un principio tan simple como fundamental, hombres y mujeres somos muy distintos, cada género debería ser educado por su igual.
-¿Y cómo es que los humanos llevan siglos haciéndolo distintos?
-Porque son criaturas primitivas, Tadashi, tú y Hikari son el inicio de una especie totalmente nueva, ¿Según los principios de quienes la vas a formar?, piénsalo bien-en su cara se dibujo una sonrisa-aunque bueno, si te soy honesta yo siempre quise tratar de criar a un pequeñín.
-Madre…me temo que solo has conseguido confundirme más.


Dispuesto a no cejar, continuo con la táctica de interesar a su hijo en el trabajo de campo, y no solo resulto sino que Hakai le cogió verdadero gusto, no haría crecer las plantas como su padre pero sin duda tenia mano para la tierra (para mover la tierra, digamos) aprendió muy pronto a arar y el deseo de usar otras herramientas fueron regulando su poder de destrucción, Tadashi también le llevo con los Oni para que le enseñaran a luchar, nadie más tenia la resistencia para poder con él, se los llevo parejos a todos menos a Lady Sheng, en el instante en que trataron de enfrentarle se echo a llorar pero Adroz le calmo la conciencia a su padre y a la Oni mencionándole que no creía que ella le hubiera asustado sino que Hakai debía ser simplemente incapaz de aceptar incluso la idea de herir a una mujer.

Mientras tanto Hikari se dedicaba a tejer, había empezado la noche después de su pelea, ni idea de lo que estaba haciendo, solo le había visto pedir materiales y pasarse horas dándole a la aguja, apenas se hablaban y él se sentía cada vez más miserable, no era justo que algo tan ridículo estuviera arruinando su relación, pesadillas comenzaron a asaltarle.

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La misma visión…cada vez más vivida…en el cuarto de las luces un invasor irrumpía, se llevaba de su cuna al indefenso bebe…cuando él llegaba solo encontraba una cobijita manchada de sangre y ahora corría, corría entre los árboles, la niebla era su enemiga, dejaba escapar al asesino hasta que ya no escuchaba aquel llanto…el llanto de su hijito lastimado…
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-No…no… ¡No!

No era agradable despertar en su cama después de esos sueños, lo era menos ni siquiera estar allí, el trabajo a veces le retenía hasta muy tarde, dejo la bodega donde se había quedado dormido y fue a su habitación, su esposa e hijo dormían, solo entonces cayó en la cuenta de que Hakai recién había cumplido seis años, fue la gota que derramo el vaso.

-¿Hikari?-la despertó con suavidad.
-Mmn… ¿Tadashi?, ¿Qué hora es?
-No se…mira, solo…solo quería decirte que lamento haber sido un insensible contigo…
-¿Qué…?
-Yo…lo siento, te diría que Adroz me lleno la cabeza de ideas pero al final la culpa es mía, me da mucho miedo ser un mal padre…pero me aterra mucho más que ya no me quieras.
-¿Tú, un mal padre?, Tadashi, vamos…
-Es en serio, tu sabes lo joven que soy y cuan poco me conozco, perdóname, tú tienes tanto o más derecho que yo a decidir sobre el futuro de nuestros o hijos…o nuestro hijo, será lo que quieras…
-Tadashi…muy bien-se incorporo-espera aquí.

Saco de su baúl lo que había estado tejiendo envuelto en un papel, cargo a Hakai en brazos y se lo llevo a su propio cuarto, Tadashi no se atrevió a seguirle.

-Hakai, cariño-le despertó tras ponerlo en su cama.
-¿Mamá?
-Tenemos que hablar.
-¿Qué pasa?-se dio cuenta de donde estabas-¿Mami?
-Está bien, tranquilo, primero tengo algo para ti.

Le entrego el papel y dejo que lo abriera, adentro había una muñeca de trapo igualita a ella, incluso tenía un mechón de cabello real, Hakai la abrazo con alegría.

-¿Te gusta?
-Sí, mamá, es igualita a ti.
-Es para que te acompañe siempre una parte de mí, ya es hora de que duermas en tu propia cama.
-Pero me gusta dormir contigo y con papá.
-Y a mí me gusta tenerte allí pero eso no va a ser para siempre-le pareció que iba a llorar-bueno, te diré la verdad-miro para ambos lados y susurro-papá y yo hemos pensado en hacerte un hermanito.
-¿¡Un hermanito!?
-¡Ssh!, no grites, cielos-se rio, algo avergonzada-la cosa es que hacer bebes es algo muy complicado, algo que los papas tienen que hacer a solas y toma su tiempo, ¿entiendes?, nosotros trabajamos todo el día, papá en campo y mamá en la casa, solo de noche nos queda tiempo.
-Ah… ¡Aah!-acababa de entender…en parte.
-¿Quieres un hermanito, verdad?
-Sí, mami…-lo pensó-¿Puede ser una hermanita?
-…Le preguntaremos al dragón de tu papá.

Ambos se echaron a reír, Tadashi no estaba enterado pero su dichoso cuento del dragón se había convertido en una broma popular, ideal para entretener a los niños, Hikari le arropo, le dio su beso de las buenas noches y lo dejo tranquilamente dormido allí, abrazado a su muñeca, al volver encontró a su marido donde le había dejado.

-Ya esta, se durmió.
-¿Se durmió?-parecía no saber de qué le hablaban-¿Hakai?, ¿En su cama?... ¿Se durmió?
-Sí, todo eso, si-se metió a la cama.
-¿Cómo lo hiciste?
-Secretos de mamá-le guiño un ojo.
-…Adroz es un idiota, que me vuelva a salir con que los padres crían niños y las madres niñas, le puedo dar una que…
-Jeje, digamos que se equivoco por muy poco, es algo que varia, cuando son pequeñitos se encarga de ellos mamá, cuando crecen papá debe vigilarlos y todo el tiempo ambos tenemos que estar allí, llámalo…equilibrio de poder.
-Me gusta cómo suena eso-la abrazo-odie estar peleado contigo.
-Tampoco a mi me gusto… ¿Estarás muy cansado?
-¿Para qué?
-¿Cómo que para qué?-se le fue encima-¿pues para que fue toda esta tontería?
-Ah… ¡Aah!
-¡Jajaja!, Cielos, tu hijo se parece más a ti de lo que creerías.
-Te amo muchísimo, Hikari.
-Una pregunta… ¿Te parece que podríamos tener una niña?

Tadashi se quedo callado, Hikari volvió a reír y antes de que le pudiera contestar algo le cerró la boca con un dulce beso.


Un par de meses después hubo una fabulosa lluvia de estrellas fugases y aprovechando que todos salieron a mirar Hikari anuncio que estaba nuevamente embarazada.
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